29.3.10

café

- ¿Por qué sonríes?
- ¿Yo?
- Sí, estabas sonriendo.
- No sé. Pensaba en que tú te echas dos bolsitas de azúcar en el café y que yo en cambio lo tomo amargo.
- Sí, pero el resultado no cambia. Sigue siendo café.
- Vale, pero la diferencia puede ser grande o pequeña.
- Claro, la diferencia es que puede ser amargo o no serlo.
- No, más simple. Puede ser un buen café o un café demasiado dulce.

1 comentario:

doinitza dijo...

porque demasiado? algo dulce siempre es bueno, algo bueno no sempre es dulce