30.12.10

2011

A día 30 de diciembre, no solo me dispongo a pasar de año (si, voy un día adelantada), sino también a cumplir uno más. Hoy, una servidora llega a las diecisiete primaveras y, a pesar de que no le hace una ilusión mayúscula, sopla las velas para pedir otro deseo.

Dong Voy a pedir que el año que viene llueva muchísimo, para poder oler la hierba mojada en el jardín de casa y las rosas no se sequen a los dos días de salir.
Dong Voy a pedir ser menos reservada, más borde y más rápida, imponer unas barreras más duras y unos escudos más resistentes, sin grietas.
Dong Pediré también unas noches despejadas, para poder contar las estrellas y saber cuántos besos tengo que dar para superarlas en belleza y número.
Dong Desearé estar cerca de la gente que quiero y poder ayudar en lo que haga falta, con ver en los demás las sonrisas que este año no he podido ver me doy por pagada.
Dong Voy a pedir poder celebrar cada día con un beso, con un guiño, una broma o un empujón; dedicar desde dentro cada frase y no arrepentirme de ello en un futuro.
Dong Pediré también que todo cambie, que nada siga igual. Pediré evolucionar, progresar, crecer... al fin y al cabo, a todos nos hace falta.
Dong Voy a desear tiempo (lo voy a necesitar). Tiempo para dormir, para comer en condiciones, para nadar en el mar, para ver la puesta de sol con la ciudad y la playa tendidas a los pies del balcón de casa. Tiempo para hablar con mi hermano, con mis amigas, con un pez, con el color verde.
Dong Desearé también aprender a hablar y a escribir, estoy viendo que buena falta me va a hacer, ¡no puedo ir así por la vida!
Dong Pediré que sonrías. Sí, tú, que estás leyendo esto pero que no vas a comentar aunque puede que luego me digas algo sobre esta dedicatoria. Pediré que no viertas ni una lágrima más, ni una sola, porque, cariño, no vale la pena. Sabes tan bien como yo que debe ser pecado que el mundo se pierda esa sonrisa.
Dong Voy a desear por igual las cosas malas y las buenas. Aprender de las unas y exprimir al máximo las otras. Valorar las sonrisas para después poder encontrar motivos para no abandonarlas, para no rendirse a la solución fácil: hundirse.
Dong Voy a pedir no esconderme nada más, no mentirme a mí misma. Siempre pensé que la vía fácil era ir aceptando las cosas a medida que las iba necesitando. En realidad, lo sencillo es asimilarlo todo de golpe e ir sacándolo según haga falta.
Dong Por favor, ¿las uvas del año que viene podrán ser menos asesinas? ¡No quiero morir ahogada en nochevieja!

 







Y todavía voy a pedir un deseo más: ¡FELIZ 2011!

P.D.: Y tú, ¿qué vas a desear?

1 comentario:

nix dijo...

yo deseo un año lleno de facilidades, de aprobados, de alegrias, de parrandas, pero sobre todo un año de disfrutar :)