doinisia.

Cierro los ojos e inspiro hondo. Hago una última recapitulación de ideas para asegurarme de no haber olvidado mi objetivo. Compruebo que tengo todos los sentidos alerta. Oigo sus respiraciones cargadas, huelo su miedo, siento el aire frío azotando mi piel, me preparo para arrancar. Despego los párpados y empiezo a temblar. Veo sus ojos hambrientos devorándome. No tengo miedo, voy a salir. La caza ya ha empezado, batiré a todo rival que se presente, ganaré. Ni el frío ni esos ojos vacíos que me miran podrán conmigo. Un escalofrío recorre mi cuerpo, el momento se acerca, la tensión del ambiente puede ser cortada con un cuchillo. Las hipocresías carcomen a sus portadores desde dentro, pobres infelices, no llegarán a ningún sitio. Se oye la señal, salgo disparada. Esto es una carrera de fondo, nadie va a esperarme si tropiezo o si me paro. Corro como alma que lleva el diablo, esquivando todo obstáculo que se presente, sin mirar atrás, sin sentir dolor. Ignoro al tiempo y al adversario, pero algo pasa: los pies se han quedado clavados en el suelo, no puedo moverme. Desesperada, miro a mi alrededor y contemplo, triste, lo que somos: poco más que cabestros inconscientes y solitarios, preocupados tan solo por uno mismo, totalmente ajenos a lo que pasa a nuestro alrededor. No puede ser. La gente cae, abandona e incluso retrocede. Otros se sientan y contemplan el ajetreo de los demás, de los que aún siguen corriendo y de los que jamás volverán a correr. No puedo permitirlo. Me acerco a ella, tirada en el suelo, débil e indefensa. Hay algo que hace que no pueda seguir, pero parece que al estar junto a ella, recobre las fuerzas y las ganas. Se levanta prácticamente sin ayuda mientras la observo atentamente y, entonces, de la mano, ambas emprendemos el camino. Ya no existen los obstáculos ni el miedo para nosotras. Ya nada ni nadie puede hacernos daño. Ahora formamos parte de un pequeño mundo paralelo, tan dentro del real que es apenas perceptible. Ahora somos energía. Pequeñas, escasas y prácticamente indestructibles.