29.8.10

fantasmas.

Rápido, no pares. Corre como si te faltara el tiempo, como si tuvieras latidos de sobra. No dejes que este paso sea el último, no, no te pares, no puedes mirar atrás. ¿De verdad quieres que todo esto se te eche encima? ¿Piensas realmente en dejar de luchar después de todo lo vivido? Vamos cariño, no te rindas. Puedes hacerlo por mi, por tus amigos, por tu familia, por tus estudios, tus hobbys, tu destino. Yo solo te voy a pedir que lo hagas por una cosa: por ti mismo. No no, no me mires. Persiste, no dejes de pensar. Sí, sé que es difícil, pero intenta no perder el paso. Intenta recordar por qué llegaste hasta aquí. ¿Qué te hizo dar este salto? ¿Dónde se han quedado aquellas ganas? Te voy a confesar algo, pero debes prometerme que no saldrá de aquí. No, no dudo de ti, ni mucho menos, es para que sepas que para mi es importante decirte esto ahora. Nunca he dejado nada al azar. He estado pendiente de cada beso, de cada abrazo, de que todas y cada una de tus sonrisas fueran eso, sonrisas de verdad, de las que da gusto ver. Lo han sido y, sinceramente, espero seguir viéndolas durante mucho tiempo. Espero que tu las sigas regalando como hasta ahora. Vamos, aguanta un poco más, ya casi estamos. Sí, te prometo que valdrá la pena, como cada una de nuestras lágrimas, como todos el tiempo compartido, como... vamos, no me pongas en un apuro, sabes que si yo lo digo es por algo. Recuerda aquel día que nevó tanto. Sí, en febrero. Puedes decir lo que quieras de aquel día, pero no puedes negarme que, a pesar de pasar un poco de frío, cambiarías aquellos momentos por cualquier otra cosa. Uf, por fin, ya estamos. No recordaba esto tan lejos... oh, vamos cariño, ¡no! Si te traigo aquí es para que estés bien, no para verte así... sabes que no me gusta. Yo también tengo miedo, no te puedes imaginar cuanto, pero confío en ti. Y no te preocupes... todo saldrá bien.

No hay comentarios: