22.11.11

tricolor


El reloj de la estación da mil vueltas. Si te descuidas, te deja atrás, te abandona. Los días grises se suceden, los molinillos de colores atados al balcón chirrían al roce del plástico quemado por el sol de un verano que ya ha pasado. Todo pasa y todo queda, decía Machado en referente a mundos sutiles, ingrávidos y gentiles como pompas de jabón. Pero sigo pensando que son más cosas las que quedan que las que pasan, que el mundo no es gentil para nadie y que el (buen) poeta siempre es peregrino. 

Por eso yo sigo aquí. Por eso estas líneas. Porque si algún día me lees, que sepas que estoy a tu lado. Ahora y siempre.


P.S.: Me muero de ganas por hacerle un cambio de look a mi pizarra de videla pero no me atrevo.

No hay comentarios: