2.6.10

adiós.

No quiero lágrimas amor, ni una más. Soy yo la que cambia, la que se aleja aunque me resista a irme. Soy yo la que se arriesga al vacío una vez más, la que se pierde. Soy yo la que vuelve a desaparecer, la que se esfuma. Me voy. Me alejo otra vez de este lugar, de esta gente, de los amigos, los conocidos, de los eternos rivales. Me separo de estas costumbres, de los campos, del sol de la mañana. Me retiro de tus labios, de tu cuerpo, pero espero que no de tu mente. Sabes que aunque no haya elegido el camino no estoy dispuesta a renunciar a mi felicidad por los obstáculos que puedan plantearse. Te voy a echar de menos, eso tenlo claro, pero por muy lejos que estemos, no tengas prisa, ve despacio y sin preocuparte por el futuro. Estoy aquí, a tu lado, aunque nos separe todo un mundo, aunque tú no te des cuenta. Estoy contigo, eres una parte de mi, y eso no cambia. Igual que la luz, atravesando el tiempo y el espacio volveré a llegar hasta ti si algún día te falto.
Ahora solo tú puedes decidir qué hacer. Olvídame, al fin y al cabo acabarás por hacerlo... pero no me hagas daño. Puedes apartarme de tu vida desde ya pero, ¿ganarás algo? Espero que seas feliz, pues mi único deseo es que los tuyos se cumplan, que alcances todas tus metas, que llegues a lo más alto. Y sobretodo, que si algún día estás hundido, puedas contar conmigo para salir del agujero.
Desde ya, te echo de menos.

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