1.6.10

espejismos.

Por cada lágrima que de mis ojos resbala, maldigo mi vida mil y una veces. No se por donde empezar, es más, no sé por donde seguir. He dado demasiadas vueltas a lo mismo y cada una es diferente a la anterior. Ni mejor ni peor, tan solo distinta. En ocasiones es el mismo espacio con los colores cambiados, con sensaciones que no existen; otras veces solo somos tú y yo batallando entre risas o con los ojos húmedos. Si te paras a pensar, son solo pequeños detalles, matices que hacen que las minucias tomen una importancia que no tienen. Pero esos pormenores son los que forjan esta vida, cielo. Pequeños saltos, momentos en que no pones los pies en el suelo los que te hacen perder de vista la realidad, te impiden ver el camino. Sin embargo, no te equivoques. El camino lo haces tú, no sigues a nadie, improvisas. Pero cuidado con las piedras, porque si al tropezar cayeras, ciego de dolor, serías incapaz de ver las manos que se tienden en tu ayuda. No estás solo y lo sabes. Puedes abandonarte al dolor, ignorar la presencia cada vez más ausente, puedes llorar. Hazlo, pero solo cuando estés seguro de poder respirar a cien metros de profundidad, solo cuando puedas soportar la presión del agua sobre ti, solo cuando te des cuenta de que solo es un vaso de agua y que, encima, está vacío. Llora entonces por ver todo lo que has desaprovechado, por ver cuantos momentos bonitos has dejado de ganar, aunque sea luchando en una orilla.

3 comentarios:

doinitza dijo...

para él.

vicky. dijo...

para mi.

doinitza dijo...

para ella.